La creatividad es un recurso muy valioso y este lo podemos utilizar en muchas áreas. El mundo de la costura es una de ellas, porque te permite hacer piezas únicas, tal y como deseas e incluso aprovechando retazos de telas como en este caso, ¿te atreves a innovar?
Los bolsos son piezas que se vuelven imprescindibles en el día a día y siempre hace falta tener uno todo terreno que sea capaz de aguantar todo el trabajo que esconde un día de compras o diligencias. Para ello, lo ideal es hacerlos con telas de vaqueros y sí, pueden ser esos viejos y desgastados que tienes al fondo del armario, dándoles la oportunidad de tener una segunda vida útil.
Además, se puede aplicar el gusto personal y hacer que se incluyan distintos colores o tonalidades, dando así un impacto mayor en su estructura. ¿Ya estás preparada? Vamos a ello.
Los pasos previos
Antes de sentarnos a la máquina de coser a dar puntadas, habrá que realizar una serie de pasos que permitirán que todo esté correcto desde el inicio. Entonces, lo primero será seleccionar esos vaqueros o jeans que utilizaremos para este fin e identificar las zonas más apropiadas para extraer los retazos.
También sería buena idea comprobar que la tela esté lisa para que se nos haga más fácil trabajar con ella y el resultado final del bolso esté más bonito.
Entonces, con ayuda de un trozo de cartulina construiremos el molde. Este será un cuadrado de 10 cm por lado, que después pasaremos a cada vaquero para obtener los retazos de tela. Para el modelo que veremos hoy se necesitan 20 cuadrados de tela. Recuerda utilizar en este punto una tijera que corte bien, porque la tela de los vaqueros es un poco dura.
Vale la pena destacar aquí que este es un diseño base. Sin embargo, se pueden variar las medidas y cantidades de piezas en función al tipo de bolso que se desee obtener. Ahora bien, todos estos cuadros se van a ordenar sobre un trozo de tela más grande que servirá como soporte. Este orden será a gusto de cada quien. Para hacer este trabajo habrá que auxiliarse con algunos alfileres que permitirán mantener todo en orden. Después, se podrá recortar la tela que sobre por los extremos.
A coser
Una vez cumplidos los pasos anteriores viene el momento de ponerse frente a la máquina. Si has elegido la mejor máquina de coser para ti, lo más probable es que sepas utilizarla al dedillo, por lo que te toca sentarte a unir cada cuadro entre sí. Aquí será cuestión de gustos el color de hilo escogido y el tipo de puntada.
Antes de iniciar a formar el bolso, hay que completar la estructura interna. Esto incluye la colocación de un forro que ayude a que el bolso sea más robusto, mantenga la forma y se aísle lo interior de lo exterior. Por ende, si se decide utilizar esta opción, también habrá que coserla.
Es muy común que también se desee contar con compartimentos internos, ya que, facilitan guardar el móvil, las llaves y algunos otros implementos de pequeño tamaño. Entonces, habrá que construirlos y después añadirlos antes de proceder a cerrar.
Con la estructura ya formada, hay que doblarla por la mitad y empezar a coser con la máquina los extremos para cerrarla. Según la forma que se desee conseguir del bolso final, estos dobleces tendrán sus detalles, pero si sigues un estilo básico lograrás un bolso tipo sobre o cuadrado.
Los detalles finales
Con lo anterior, ya se tendrá la estructura básica del bolso, pero todavía harán falta algunos detalles para empezar su uso completo. Lo primero, será conseguir un método para mantenerlo cerrado y en esto es muy útil un botón que se coserá del lado delantero y un anillo de tela del lado posterior, para que calce uno sobre el otro.
También sería buena idea incluir un cierre de velcro que permitirá abrir y cerrar con mucha más facilidad, pero que hay que elegir con cuidado para que tenga un buen tiempo de duración. Una alternativa final que se vuelve algo más complicada es utilizar una cremallera delicada, que actuará en torno a la seguridad en un nivel mucho más alto.
Ahora bien, otro punto indispensable son las asas. Estas se podrían hacer con tela de vaqueros también, para mantener el diseño y solo habrá que cortar idénticos rectángulos de tela que se puedan doblar a lo ancho, para que se logre mayor firmeza en la estructura. El largo dependerá de tu gusto con el bolso.
Después de tener las asas se colocarán sobre la estructura del bolso y habrá que pasarlas por la máquina para fijarlas. Si el remate final no es de tu agrado o deseas mejorar toda la estructura del bolso aún más, siempre será posible añadir algunos detalles como botones o flores.
Además, es válido conocer que esta técnica de trabajo se puede aplicar con cualquier tipo de tela y eso dará como resultado creaciones muy llamativas y únicas, porque se puede variar tanto en colores como en estampados.
En favor del medio ambiente
Los bolsos hechos en casa son una excelente forma de reciclaje, por lo que no sólo pondrás sobre la mesa tu creatividad y buen gusto, sino que también estarás contribuyendo a preservar el medio ambiente obteniendo un bolso nuevo a base de lo viejo, sin necesidad de ir a la primera tienda a comprar una pieza.
Y por lo fácil que es armarlo, se puede incluso construir cosiendo a mano. Sin embargo, este mecanismo tiende a ser un poco más endeble y, en dependencia a lo que se desee lograr con el bolso, este es un punto muy delicado al que prestarle atención.
Si ya has detectado cuáles son las telas que utilizarás para tu nueva creación y tienes todos los instrumentos al alcance, no quedará más que tomar esta guía en tu tableta u ordenador y ponerte manos a la obra. Seguro que sorprenderás a más de uno.